32 Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. 33 Pero buscad[r] primero su[s] reino[t] y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas[u]. 34 Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará[v] de sí mismo. Bástele a cada[w] día sus propios problemas.
Mat. 6: 32- 34
" Carpe Diem" o Disfrutar el momento parece que es el lema de la juventud en este siglo.... pero por algún extraño motivo cuando caminamos vemos en las caras de la gente ese gesto de ansiedad y angustia.
En esta lectura del Evangelio se nos invita a vivir el día a día resolviendo en cada momento lo que esté en nuestra mano.
No se trata de ser irresponsable y vivir al límite, sino al contrario tomar conciencia de la responsabilidad que conlleva vivir esta vida que el Señor nos regala.
Cada día tiene su propio afán y tratar de resolver en este momento cualquier conflicto pasado o futuro es la mejor de las maneras de desperdiciar nuestro precioso tiempo.
Ser Cristiano es una continua lucha por el Reino de Dios que implica muchas luchas en nuestro día a día pero si nos aferramos a la ayuda que el Señor nos ofrece en el Evangelio iremos superando estas dificultades que sin duda se nos presentarán.
Si hacemos hoy frente a nuestras responsabilidades y resolvemos lo que hoy está en nuestras manos mañana no tendremos que arrepentirnos de nada y no tendremos trabajo acumulado...
Si analizas cual es el origen de todas tus angustias y preocupaciones siempre parte de algo que debías hacer y como no lo hiciste en el momento ahora entiendes que nada puedes hacer....
Todos hemos experimentado esa incomparable sensación de tranquilidad que nos produce acabar un día sintiendo que hemos hecho lo correcto....
De eso es precisamente de lo que se habla en esta lectura. El camino a la tan ansiada felicidad es hacer en cada momento lo que sabemos que debemos hacer.
Nuestra vida sería muy diferente si hacemos lo que Dios nos propone en esta lectura y confiáramos en que Dios seguirá cubriendo nuestras necesidades como ha hecho hasta ahora. Podríamos así centrarnos en atender a una sola cosa en cada momento y disfrutar de esa satisfacción que nos produce la tarea bien hecha.
A quienes así actúen Dios les colmará de sus bendiciones.
De verdad lo creo y os propongo que oremos en este rato para que este cambio sea posible en nuestras vidas desde hoy y dejemos de angustiarnos por lo que dejamos de hacer o de lo que tendremos que hacer mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario