lunes, 13 de octubre de 2014

La perseverancia

Necesidad de perseverar

32 Pero recordad los días pasados, cuando[l] después de haber sido iluminados, soportasteis una gran lucha de padecimientos; 33 por una parte, siendo hechos un espectáculo público en oprobios y aflicciones, y por otra, siendo compañeros de los que eran tratados así. 34 Porque tuvisteis compasión de los prisioneros y aceptasteis con gozo el despojo de vuestros bienes, sabiendo que tenéis para vosotros mismos una mejor y más duradera posesión. 35 Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. 36 Porque tenéis necesidad de paciencia[m], para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
37 Porque dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendra y no tardara.
38 Mas mi justo vivira por la fe;
y si retrocede, mi alma no se complacera en el.
39 Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación[n] del alma.

                                  Heb. 10: 32 - 39

" El que la sigue la consigue "

Este refrán es muy utilizado en España, pero también tiene su correspondencia en este pasaje del Evangelio.

No debemos conformarnos con saber cuál es el camino de perfección que Dios nos propone a quienes nos queremos honrar llamándonos hijos suyos....

Una vez que conocemos al Señor debemos perseverar en este camino para poder llegar a disfrutar de su Reino.

Dios nos pide ser fieles a Él en nuestra vida terrena, diciendo que nuestro retroceso es lo que nos llevará a la perdición.

Cada vez que traicionamos a Dios cayendo en el Pecado nos perdemos de este camino de salvación.

En este tiempo de oración de hoy os propongo reflexionar acerca de esas pequeñas cosas que nos hacen retroceder en nuestra vida como Cristianos. En eso es en lo que tenemos que practicar la perseverancia como virtud que nos acerca a Dios.

Por ejemplo, si lo que me hace retroceder en mi camino a la perfección es tu orgullo y tu egoísmo sabes que tu objetivo es luchar contra eso para poder crecer como Cristiano.

En este pasaje se nos confirma que esa perseverancia que a todos nos cuesta tendrá sobrada recompensa por parte de Dios que conoce la debilidad de nuestra naturaleza humana y las enormes tentaciones a las que nos enfrentamos por parte del maligno.

Oremos al Señor para que nos siga dando aliento en este difícil camino de ser coherentes con la Palabra de Dios porque ser conocedores del Evangelio nos hace muy afortunados pero a la vez supone una enorme responsabilidad.


 

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