lunes, 4 de agosto de 2014
Dios todo lo puede
" Enseguida hizo que los discípulos subieran a la barca y fueran delante de El a la otra orilla, mientras El despedía a la multitud. Después de despedir a la multitud, subió al monte a solas para orar; y al anochecer estaba allí solo.
Pero la barca estaba ya a muchos estadios de tierra, y era azotada por las olas, porque el viento era contrario.
Y a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron y decían: Es un fantasma! Y de miedo, se pusieron a gritar.
Pero enseguida Jesús les habló diciendo: Tened ánimo, soy yo; no temáis.
Respondiéndoles Pedro, dijo: Señor, si eres tú, mándame que vaya a ti sobre las aguas, y fue hacia Jesús.
Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó, diciendo: ¡Señor, Sálvame!
Y al instante Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo: Hombre de poca fe. ¿Porqué dudaste?
Cuando ellos subieron a la barca, el viento se calmó.
Entonces los que estaban en la barca le adoraron, diciendo: En verdad eres Hijo de Dios.
Mat.14: 22 - 33
Dios siempre está junto a nosotros hasta en los momentos que mas le necesitamos, pero no siempre creemos esto.
En medio de la tempestad de nuestra vida, son tantos los momentos en los que reclamamos a Dios por dejarnos...
Sin embargo, si somos capaces de superar ese primer momento de pánico.... seguro que distinguiremos a Dios haciendo lo más increíble que nos podamos imaginar.
Quizás nos cueste reconocer a Dios caminando sobre las aguas y nuestra angustia se incremente al principio ante lo desconocido, pero si tenemos Fé y damos ese paso que Dios nos pide de reconocerlo y reclamar su ayuda.... Dios nos tenderá su mano y podremos hacer cosas increíbles nosotros.
Supongo que de repente a ratos os habéis descubierto a vosotros mismos haciendo cosas increíbles con la ayuda de Dios. ¿ No?
Pero cada vez que estamos en el camino correcto hacia Dios, parece que sentimos ese miedo que invadió a Pedro. Parece que no fuéramos capaces de hacer cosas que no estén solo en nuestras posibilidades.
Si no damos ese paso que Dios Pedro de reconocerse incapaz y pedimos ayuda a Dios, seguiremos siendo discípulos mediocres de Dios. Esos que solo están en la barca muertos de miedo esperando que Dios demuestre ser quien es, los que solo alaban a Dios cuando hace pasar la tormenta, pero nunca son capaces de reconocer a Dios en los tiempos de dificultad.
De nosotros depende que nuestras capacidades se multipliquen exponencialmente y podamos hacer cosas que hasta ahora nos parecen divinas, sobrehumanas.
En este rato de reflexión os propongo analizar vuestra vida, vuestra barca, vuestra tormenta...
¿ De qué crees que podrías ser capaz si confiaras plenamente en Dios y le pidieras ayuda?
¿No crees que por conseguir eso serías capaz de superar tus miedos?
Ahí está Dios, caminando sobre las aguas y esperando para tenderte su mano. ¿ Te animas?
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