lunes, 28 de julio de 2014

Su mensaje nos abre camino


" Hijo mío, presta atención a mis palabras, inclina tu oído a mis razones, que no se aparten de tus ojos, guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida para los que halla, y salud para todo su cuerpo.
Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.
Aparta de ti la boca perversa, y aleja de ti los labios falsos.
Miren tus ojos hacia adelante, y que tu mirada se fije en lo que está frente a ti.
Fíjate en el sendero de tus pies, y todos tus caminos serán establecidos.
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda, aparta tu pie del mal."

                                                                           Prov. 4: 20 - 27

Una cosa que caracteriza al cristiano es el sentirse hijo de Dios. Por eso en este proverbio se realiza una semejanza entre la relación de Dios y el hombre con la de un padre y su hijo.

Dios nos conoce y sabe de nuestra naturaleza pecaminosa, sabe de nuestra tendencia al mal, sobre todo es consciente de que el maligno está siempre esperando al descuido para golpearnos en nuestro punto débil alejándonos del camino correcto.

Debemos andar bien despiertos, atentos a esas cosas que sabemos que nos han hecho caer en tantas otras veces. Es tontería arriesgarse a caminar en la línea de peligro porque sabemos que antes o después caeremos.

Dios tiene con nosotros la angustia del padre que ve al hijo salir con malas compañías y nos suplica que seamos coherentes a sus enseñanzas, que no nos alejemos de su camino.

Ningún padre quiere para su hijo nada malo así que si el es nuestro padre y creador está de mas decir que el camino que el evangelio nos propone es el mejor para nosotros.... o no has sentido la satisfacción y la paz interior que solo nos proporciona hacer las cosas " Como Dios manda".

Entonces, ¿Por que seguimos empeñándonos en alejarnos de Su mensaje aun sabiendo la angustia que nos produce hacer las cosas que Dios no quiere? ¿ Cuando nos vamos a convencer de que el evangelio es el único camino posible a tan ansiada felicidad?

En este rato de reflexión te propongo hacer un análisis profundo sobre aquellas situaciones de nuestra vida cotidiana que nos ponen en peligro, que nos acercan demasiado al abismo del pecado.

¿ Que personas de las que están a tu alrededor representan la tentación?

Una vez que sabemos que personas y que situaciones nos alejan de Dios, debemos dar un paso mas, alejándonos de ellas para poder estar mas cerca del mensaje que Dios nos tiene preparados. Debemos entonces hacerle un espacio y un tiempo en el que acercarnos al mensaje para poder ser hijos "obedientes" de Dios. Así es como haremos que Dios esté orgulloso de nosotros.

Estos espacios y tiempos puede ser un rato de lectura de la Palabra, un ratito de conversación con hermanos, hacer oración para conversar con Dios, acudir a las celebraciones de la Iglesia, escuchar predicaciones o leer libros de teología. Cada uno debe saber cómo se siente más cómodo aunque no debemos caer en la tentación de hacer una religiosidad solitaria, ya que Dios nos quiere ver unidos en comunión.

Bueno. Espero que os haya servido este ratito de reflexión   




















  









    

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