domingo, 13 de julio de 2014

Ángeles del SEÑOR



 "Y salió Jacob de Beerseba, y fue para Harán. Y llegó a cierto lugar y pasó la noche allí, porque el sol se había puesto; tomó una de las piedras del  lugar, la puso de cabecera y se acostó en aquel lugar. Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Y he aquí, el SEÑOR estaba sobre ella, y dijo: Yo soy el SEÑOR, el Dios de Isaac. La tierra en la que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.

También tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el occidente y hacia el oriente, hacia el norte y hacia el sur; y en ti y en tu simiente serán bendecidas todas las familias de la tierra. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por donde quiera que vayas y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que he prometido.

Despertó Jacob de su sueño y dijo: Ciertamente el SEÑOR está en este lugar y yo no lo sabía.

Y tuvo miedo y dijo: ¡ Cuán imponente es este lugar! Esto no es más que la casa de Dios, y esta es la puerta del cielo.

Y se levantó Jacob muy de mañana, y tomó la piedra que había puesto como cabecera, la erigió por señal y derramó aceite por encima. Y a aquel lugar le puso el nombre de Betel, aunque anteriormente el nombre de la ciudad había sido Luz. Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está  conmigo y me guarda en este camino en que voy, y me da alimento para comer y ropa para vestir, y vuelvo  sano y salvo a mi  casa de mi padre, entonces el SEÑOR será mi Dios.

Y esta piedra que he puesto por señal será casa de Dios; y de todo lo que me des te daré el diezmo."

                                   Gen. 28: 10-22

En este fragmento del libro del génesis se realiza un compromiso entre Dios y el hombre. Sabemos que Dios no nos ha faltado en nada desde el inicio de los tiempos. Aleluya!!!!

En esta promesa Dios nos asegura que nada nos faltará a sus hijos y a nuestra descendencia. Es precioso sentir esa protección con la que se comprometió el Señor, a través de los hermanos que se hacen presentes en nuestras vidas cubriendo nuestras necesidades en cada momento.

Dios nos pide ser instrumentos suyos para hacerse presente en la vida de los hermanos.... y con frecuencia, el servicio que no hacemos nosotros se queda sin hacer.

La manera mas fácil de saber que es lo que Dios pretende de nosotros es reflexionar acerca de los Dones que el SEÑOR nos ha dado. Ese será con seguridad el servicio que Dios espera de nosotros. Así tenemos hermanos que sirven mediante la alabanza, la oración, la predicación de la palabra, la visita a los enfermos, la escuela dominical, la atención al necesitado....

De todos estos dones, con seguridad el SEÑOR te ha dado alguno que quiere que utilices con tus hermanos. No prives al hermano de esa incomparable sensación de sentirte querido y arropado por el Padre.

Haz una sincera oración poniendo tus dones a su servicio y con seguridad, Dios te hará saber como puedes tu mismo ser Ángel para tus hermanos.

¡Qué mayor honor puede sentir un hijo de Dios que sentirse canal del AMOR de Dios a los hombres... !
Y como agradecimiento a todo los bienes materiales con los que el SEÑOR nos ha dotado, en esta lectura se habla del diezmo como primer servicio que todos debemos hacer a los hermanos más necesitados.














   

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