jueves, 20 de agosto de 2015

El Reino de Dios



Parábola de los obreros de la viña

20 Porque el reino de los cielos es semejante a un hacendado[a] que salió muy de mañana para contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario[b] al día, los envió a su viña. Y salió como a la hora tercera[c], y vio parados en la plaza a otros que estaban sin trabajo; y a éstos les dijo: “Id también vosotros a la viña, y os daré lo que sea justo.” Y ellos fueron. Volvió a salir como a la hora sexta y a la novena[d], e hizo lo mismo. Y saliendo como a la hora undécima[e], encontró a otros parados, y les dijo*: “¿Por qué habéis estado aquí parados todo el día sin trabajar?” Ellos le dijeron*: “Porque nadie nos contrató.” El les dijo*: “Id también vosotros a la viña.” Y al atardecer, el señor de la viña dijo* a su mayordomo: “Llama a los obreros y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta los primeros.” Cuando llegaron los que habían sido contratados como a la hora undécima, cada uno recibió un denario. 10 Y cuando llegaron los que fueron contratados primero, pensaban que recibirían más; pero ellos también recibieron un denario cada uno. 11 Y al recibirlo, murmuraban contra el hacendado[f], 12 diciendo: “Estos últimos han trabajado sólo una hora, pero los has hecho iguales a nosotros que hemos soportado el peso y el calor abrasador del día.” 13 Pero respondiendo él, dijo a uno de ellos: “Amigo, no te hago ninguna injusticia; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14 “Toma lo que es tuyo, y vete; pero yo quiero darle a este último lo mismo que a ti. 15 “¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo que es mío? ¿O es tu ojo malo porque yo soy bueno?” 16 Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos.

Mat 20. 1 - 16

A pesar de que había leído muchas veces este pasaje del Evangelio, quizás nunca le había tomado el peso tanto como he hecho en estos días.


Nos pasamos la vida compitiendo con nuestros semejantes sin darnos siquiera cuenta de que hay para todos.


Dios, como ese dueño de la hacienda que presenta el Evangelio, promete a cada uno una recompensa justa por el trabajo realizado y cumple.... Nos dá a cada uno lo prometido.


Entonces.... ¿Por qué nos pasamos la vida comparándonos con quienes nos rodean, como si lo que consiguen ellos nos restara a nosotros? 


Analicemos en este rato de oración cuál es el acuerdo que tenemos con nuestro Señor...


Dios nos pidió ser obreros de su viña, trabajar por su Reino a cambio de una vida eterna junto a nuestro Señor.


¿Qué nos importa si otros reciben la misma recompensa  con menos trabajo....
¿Acaso no consideras un pago mucho mayor de lo que merecen tus acciones?


Son muchas las veces que pretendemos que Dios actúe de la forma que nosotros mismos haríamos, pero obviamente Dios no es como nosotros y en esta Parábola Jesús nos lo quiere enseñar.


Todos nosotros pensaríamos que lo justo sería tal y como le reivindica el trabajador que se pague a cada uno segun el tiempo trabajado.... pero para Dios no ha pagos a medias..... Te da la vida Eterna o no te la da. No hay mas opcion.

Reflexionemos ahora tantas tareas que nos pide el Señor en nuestra vida y realizamos al final y de mala gana.... ¿ De verdad nos gustaria que se nos diera el pago merecido? 

Tal y como dice el Evangelio Dios es generoso y nosotros no somos nadie para exigir o demandar mayor pago que el acordado.....

Tomate ahora un tiempo para pensar que es aquello en lo que a diario quiere el Señor que trabajes y cuando cae la noche te encuentra holgazaneando.... 

Como dice el refran NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDES HACER HOY PUESTO QUE EL PAGO DE NUESTRO TRABAJO SE ENCUENTRA MAS EN LA FELICIDAD DEL TRABAJO BIEN HECHO QUE EN EL DENARIO PROMETIDO.

Aquellos que durante toda su vida cumplen la voluntad de Dios, ya estan recibiendo su  pago al ser felices en su vida terrenal.

Señor danos Fe y serenidad para cumplir tu voluntad sin estar pendientes de lo que hacen los hermanos porque solo así podremos ser unos verdaderos trabajadores de tu viña.

BENDICIONES

No hay comentarios:

Publicar un comentario