lunes, 2 de febrero de 2015

Incredulos

Jesús sana a un muchacho endemoniado

14 Cuando volvieron a los discípulos, vieron una gran multitud que les rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos. 15 Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús[m], quedó sorprendida, y corriendo hacia El, le saludaban. 16 Y El les preguntó: ¿Qué discutís con ellos? 17 Y uno de la multitud le respondió: Maestro, te traje a mi hijo que tiene un espíritu mudo, 18 y siempre[n] que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo[o]. Y dije a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron. 19 Respondiéndoles Jesús, dijo*: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? ¡Traédmelo! 20 Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús[p], al instante sacudió con violencia al muchacho[q], y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. 21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él respondió: Desde su niñez. 22 Y muchas veces lo ha echado en el fuego y también en el agua para destruirlo. Pero si tú puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros y ayúdanos. 23 Jesús le dijo: “¿Cómo si tú puedes?” Todas las cosas son posibles para el que cree. 24 Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúdame en mi incredulidad. 25 Cuando Jesús vio que se agolpaba[r] una multitud, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te ordeno: Sal de él y no vuelvas a entrar en él. 26 Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: ¡Está muerto! 27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y él se puso en pie. 28 Cuando entró Jesús en la casa, sus discípulos le preguntaban en privado: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? 29 Y El les dijo: Esta clase con nada puede salir, sino con oración[s].



Si miramos a nuestro alrededor no tardaremos en encontrar personas que ha sido tomadas plenamente por el enemigo, por el mismo Satanás y viven fuera de su propio control. Pues bien. En esta lectura Jesús es muy escueto al decir que esos hermanos que pasan la vida a nuestro lado penando por estas posesiones son nuestra labor.
No debemos esperar a que intervenga nuestro Señor porque tal y como dice Jesús en esta lectura no hay nada imposible para aquel que cree...

Cada vez que realiza un milagro en su vida pública Jesús hace hincapié en que ese milagro surge gracias a la fe de tal o cual persona.

Os invito ahora en este rato de oracion a reflexionar acerca de que milagro le pedimos al Señor... ¿Tenemos la plena certeza de que El puede hacerlo o se lo pedimos con incredulidad?

Dios todo lo puede así que lo único que está fallando es a buen seguro la fe o la certeza que nosotros tenemos de que Dios es quien puede cambiar nuestras vidas siempre y cuando lo deseemos. 

¿ Hasta que punto estas dispuesto a dejar las riendas de tu vida en Sus Manos?

Con frecuencia lo que estamos pidiendo a Dios no es prospero para nosotros y por eso nos es negado, por lo que te sugiero que cuando  te dirijas a Dios le digas

Señor, tu eres mi pastor y solo tu sabes que es lo mejor para mi vida en esta situacion, te pido me des la sabiduria para discernir cual es el camino mas adecuado para llegar a tu Reino y la fortaleza para superar todas las adversidades que en ese camino encontrare. AMEN

BENDICIONES

No hay comentarios:

Publicar un comentario