martes, 16 de diciembre de 2014

Acción de Gracias ( 139 )





14 Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho[j];maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.
15 No estaba oculto de ti mi cuerpo[k],
cuando en secreto fui formado,
y entretejido en las profundidades de la tierra.
16 Tus ojos vieron mi embrión,
y en tu libro se escribieron todos
los días que me fueron dados,
cuando no existía ni uno solo de ellos.

17 ¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
18 Si los contara, serían más que la arena;
al despertar aún estoy contigo.
19 ¡Oh Dios, si tú hicieras morir al impío!
Por tanto, apartaos de mí, hombres sanguinarios.
20 Porque hablan contra[l] ti perversamente,
y tus enemigos toman tu nombre[m] en vano.
21 ¿No odio a los que te aborrecen, Señor?
¿Y no me repugnan los que se levantan contra ti?
22 Los aborrezco con el más profundo[n] odio;
se han convertido en mis enemigos.
23 Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce mis inquietudes.
24 Y ve si hay en mí camino malo[o],
y guíame en el camino eterno.
                                                     Salmo 139: 14 - 24
 
 
"Es de bien nacido ser agradecido"
 
A todos nos ha pasado alguna vez que a veces nos superan las dificultades y se nos olvida lo más básico. Nos dirigimos al Señor en la oración a  clamarle porque nos sentimos insatisfechos con lo que tenemos sin recapacitar acerca de lo que de verdad tenemos, pero si analizamos fríamente todas las bendiciones que el Señor nos ha dado en nuestras vidas.
 
Es tan grande la cantidad de cosas por las que tenemos que agradecer a Dios que nos debería faltar tiempo en el día para dar gracias.
 
Este Salmo es la expresión de agradecimiento que nuestro alma clama a Dios en esos momentos de clarividencia en los que se nos saltan las lágrimas cuando nos damos cuenta cuanto Amor nos tuvo Dios sin esperar nada a cambio.
    
Nuestra mejor manera de agradecer todo esto que Dios ha puesto en nuestras vidas es hacer de nuestra vida una acción de gracias, entregarle nuestra vida poniendo todo nuestro tiempo a la disposición y servicio del Reino de Dios.
 
Tal como nos dice  el salmista, Dios es quien todo lo sabe, por lo que os propongo en este rato de oración que le pidamos al Señor que nos de la sabiduría para ir superando todas las tentaciones de desesperanza que se nos presentan en nuestra vida cotidiana haciéndonos perder la calma y la serenidad.
 
Señor. Solo tu eres mi creador y salvador, por eso me dirijo a ti para pedirte la sabiduría suficiente para hacer frente a tantas y tantas cosas en la vida que me alejan de Ti.
Dame Señor la fortaleza necesaria para enfrentar la batalla con quienes ponen en duda tu existencia y niegan tus bendiciones.
Que todo lo que haga en mi día a día sea una digna alabanza de tu santo nombre y quien me conozca pueda saber por mis acciones que soy hijo tuyo.
 
Amén
 
Bendiciones.
 
 

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