jueves, 8 de enero de 2015

Feliz Año Nuevo


El secreto de la vida feliz

En conclusión, sed todos de un mismo sentir[f], compasivos, fraternales, misericordiosos y de espíritu humilde; no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición. 10 Pues
El que quiere amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño.
11 Apártese del mal y haga el bien;
busque la paz y sígala.
12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos atentos a sus oraciones;

pero el rostro del Señor esta contra los que hacen el mal.
 
1 Pedro 3: 8 - 12
 
 
En estos días, cada vez que nos encontramos con alguien conocido por la calle el saludo más utilizado es Feliz Año.
 
Ciertamente a quienes nos importan les deseamos lo mejor en este año nuevo y siempre.
 
Sin embargo, leyendo este pasaje del evangelio nos encontramos con una realidad que es bien distinta de lo que solemos creer. Estamos acostumbrados a orar a Dios pidiéndole que nos colme de sus bendiciones, pero hoy descubrimos que las bendiciones no llueven del cielo. Dios nos da a todos la semilla de sus bendiciones y somos nosotros los que debemos trabajarlo para que esas bendiciones den fruto.
 
Todos hemos escuchado alguna vez eso de que recibimos en función de lo que damos... ¿No?
 
Pues bien. De eso está hablando esta lectura. Nos guste o no, lo que tenemos en nuestra vida es sin duda fruto de lo que hemos sembrado con anterioridad.
 
¿ Quien habiendo sembrado cebollas llega a su campo queriendo recoger tomates?
 
Eso es lo que hacemos cuando hablando mal del prójimo y devolviendo mal por mal deseamos que quienes nos rodean nos den un trato diferente.
 
En esta mañana os propongo reflexionar acerca de este pasaje del Evangelio en el que se nos da cual es la clave, el secreto para hacer de nuestra vida una vida próspera y llena de la Bendición de Dios no solo para este año, sino para siempre.
  
En este rato de oración, pidámosle a Dios que nos dé su sabiduría para dar un uso correcto de nuestra libertad y que no nos dejemos llevar por los impulsos de la carne sino más bien por la nobleza del espíritu.
 
De esta manera no solo haremos de nuestra vida una vida agradable al Señor, sino que haremos la vida de quienes nos rodean mucho más fácil y agradable.
 
Dios ya nos dio su  Tremenda Bendición que es este nuevo año, ahora es tu momento. Te toca a ti elegir si quieres recoger cebollas o tomates....
 
Ahora sí. FELIZ AÑO NUEVO
 
BENDICIONES.  

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