viernes, 24 de octubre de 2014

Verdaderos hijos

El amor verdadero y su recompensa

43 Habéis oído que se dijo: “Amaras a tu projimo y odiarás a tu enemigo.” 44 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, 45 para que seáis[ae] hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos[af]? 47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? 48 Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

Mateo 5: 43 - 48

En nuestra vida cotidiana, cuando conocemos al hijo de un amigo enseguida buscamos parecidos con su padre. Y cuando ya es mayor, esperamos ver en el hijo rasgos de carácter o de actitud que correspondan con el padre.

Pues bien. A todos los Cristianos nos gusta llamarnos hijos de Dios, pero ¿ Qué hay de Dios en nuestra vida ? ¿ Alguien alguna vez te ha dicho: Se te nota que eres hijo de Dios?

En esta lectura se nos muestra la magnitud de lo que significa ser hijo de Dios.
Ser hijo de Dios es un grandísimo honor, pero no deja de ser una gran responsabilidad.

Dios es Amor, pero nosotros.... ¿Qué tenemos del Amor de Dios en nuestra vida?

Si analizamos nuestra vida, nos damos cuenta de que nos dejamos llevar por el ojo por ojo. Correspondemos al otro de la misma manera que él actúa con nosotros, pero eso no es lo que se nos pide en el Evangelio. Sino que aquí Mateo  nos comparte este mensaje muy clarito que nos deja Jesucristo:

SI DE VERDAD QUIERES SER HIJO DE DIOS EL ÚNICO CAMINO ES SER TESTIMONIO DE SU AMOR PARA CON LOS QUE NOS RODEAN.

Dios, por suerte para nosotros, ama sin condición. No espera a ver lo que le damos para corresponder, sino que nos da su amor incondicional.

Este es el testimonio, el modelo que Dios nos da como Padre. Y lo que se espera de nosotros es que sigamos ese modelo. 

Y qué difícil es para nosotros seguir este modelo... ¿ Amar a los enemigos? 

Eso es lo que nos enseñó Jesucristo en su últimos momentos de vida cuando imploraba por el perdón de quienes le estaban matando. 

Este es el referente de lo que debemos hacer para construir el Reino porque en el final de los tiempos seremos examinados por el Amor y sobre el Amor.

Oremos en este momento al Señor para que nos enseñe el camino hacia la perfección.
 

  
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario