lunes, 11 de agosto de 2014
Tesoro
" No os acumuléis tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre destruyen, y donde ladrones penetran y roban; sino acumulaos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre, y donde ladrones no penetran ni roban; porque donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón"
Mateo 6: 19 - 21
Este mensaje del evangelio que visto desde cerca puede entenderse como lógico, es una de las partes del Evangelio que más choca con nuestra sociedad actual.
Estamos inmerso en una sociedad de consumo feroz y desde ese enfoque materialista parece casi una negligencia el no pretender tener lo máximo posible para cubrir nuestras necesidades, no solo las básicas, sino todas las que nosotros mismo nos hemos creado.
Realmente no es fácil de entender por parte de la gente ajena al evangelio que lo material es " lo de menos"... pero así es a lo largo de todo el mensaje que Dios nos envía en su Palabra...
De esta manera Jesús, el hijo de Dios, nació y murió en la mas estricta pobreza. De hecho dejó muy claro que los ricos no tienen espacio en el Reino de Dios.
¿ Quieres ser parte del Reino, de la vida eterna? ¿ Qué vas a hacer con tus riquezas?.
Me temo que seamos como el joven rico, incapaz de separarse de sus bienes materiales y que tuvo que resignarse a no formar parte de los seguidores de Jesús.
Dios nos propone a través del evangelio de Mateo atesorar las cosas que no se compran ni se venden, las cosas que nadie nos podrá quitar y por tanto nos darán la verdadera felicidad.
Cuando compramos una casa o un coche de gran valor vivimos con miedo de que nos lo roben, que se nos estropee, que un amigo obtenga uno de mayor valor y deje de ser importante....
Sin embargo, el día que Dios nos llame a la presencia del padre se nos pedirá cuentas de todo lo que hemos hecho con nuestros dones....
Y en el Reino de Dios no hay electricidad, ni wifi, ni cobertura Movistar....
El Señor no quiere saber que hemos atesorado aquí que solo valdrá para que peleen nuestros hijos.
Dios nos preguntará si dimos de comer al hambriento, si vestimos al desnudo, si visitamos al enfermo o al encarcelado.... y eso no tiene nada que ver con nada de lo que aquí nos preocupa en la vida terrenal....
Cuando converso con mis amigos entorno a una mesa tomando un te y un pan con jamón.... pienso que nadie me puede quitar la felicidad que nos proporciona esa amistad verdadera, la enseñanza que hoy tengo...
Cuando disfruto un amanecer, pienso que es tan barato que lo puedo hacer cada día sin miedo a que se me acaben los ahorros....
Cuando sonrío a los niños que juegan... me alegra saber que nunca se me acabarán las sonrisas aunque no deje de sonreír cada segundo de mi vida....
Cuando camino por la calle y me voy encontrando con gente y charlando tranquilo pienso en la bendición que para mi vida es no tener coche pudiéndome recrear el el camino en lugar de vivir enojado con lo terriblemente mal que se conoce.
¿ Qué riquezas estas atesorando tu aquí y allí? ¿ Podrías entrar al Reino si Dios te llamara hoy?
Te animo a reflexionar que puedes hacer hoy para atesorar esas riquezas inacabables del Señor.
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